Mis queridos amigo, llegamos con esta entrada al final del dilatado recorrido que hemos realizado en el tiempo por la integral sinfónica de Bruckner de la mano de ese gran maestro que es Stanislaw Skrowaczewski. Y lo hacemos con una impresionante recreación de la Novena Sinfonía del maestro austriaco, su testamento musical, la cumbre de su sinfonismo, su humanidad y su idiosincrasia.
Un monumento musical labrado de forma sensacional por el maestro Skrowaczewski desde los primeros compases de la obra hasta su sensacional e increíble final. Con maestría, con profundo conocimiento del significado de estas notas, con verdadero cincel de escultor manejado por quien sabe que de sus manos se desprenderá la esencia de una música sobrehumano, elevada, superior, trascendente, escatológica y llena de misterio, mensaje y humanidad.
Una obra que conmueve en todo momento, siempre, una y otra vez. Una obra plagada de recuerdos hacia composiciones anteriores de Bruckner, pequeños detalles aquí y allá que le confieren ese carácter de resumen final de su vida y que la dejan como la entrega última del querido maestro a su esperado Dios.
No podemos más que maravillarnos de la delicadísima elaboración de este monumento sinfónico con sus bellísimos temas en cada movimiento, temas que nos llevan de inmediato a sentir la amplitud, la inmensidad, la solemnidad, el misterio, la acidez, la tiniebra, el apocalipsis y la serena entrega de aceptación ante la mismísima eternidad. Temas relacionados de forma sabia entre ellos y combinados con una instrumentación prodigiosa para su sentido; juegos preciosos de instrumentos, ritmos, melodías, cromatismo y tonalidad.
Una obra sencillamente única, profunda como pocas y que te hace sentir en tu interior las más poderosas sensaciones que puedas experimentar hasta conducirte irremediablemente a la paz final.
Una interpretación soberbia y muy emotiva de Skrowaczewski y su Saarbrücken Radio Symphony Orchestra, sabiamente tutelada y llevada por un sendero de cristalina articulación, transparencia de líneas a la hora de construir el edificio sinfónico, poderosa y amplia sonoridad, con ritmos martilleantes en ocasiones próximos a la angustia, densidad en las frases y claridad en las articulaciones; una ejecución sentida, precisa y preciosa. Empastada, con bellísimas cuerdas y preciosos metales, de sonido intenso, profundo, poderoso y pleno, un sonido realmente embriagador.
Una recreación que como ya indicamos en la entrada de la Octava Sinfonía permite al maestro que "...nos puede entregar su particular visión de la inmensidad bruckneriana. Una inmensidad que nos llena, nos inunda, nos abrazo en nuestra totalidad para llevarnos a lo más profundo de nuestra alma de ser humano su incomparable fuerza y su variada belleza."
Que disfruten de esta preciosa obra mis queridos amigos.
En breve publicaremos una entrada con la compilación de todas las anteriores para facilitar el acceso a una integral de un enorme valor musical y humanístico.
Bruckner
Sinfonía nº 9
Stanislaw Skrowaczewski
Saarbrücken Radio Symphony Orchestra
Grabación:
Kongresshalle Saarbrücken
12 al 18 de enero de 2001
Versión original de 1894 en Edición de Leopold Nowak de 1951
(en la nota de texto que se incluye en el archivo hay un error en la referencia a la versión)